Todo sobre los Amigurumis

El mercado está repleto de múltiples productos, objetos y artículos para las personas, alguno de ellos muy funcionales y otros que cumplen solo un objetivo específico; pero al fin y al cabo todos ellos satisfacen necesidades de una u otra forma.

Y hablando de ello debemos mencionar a los hermosos peluches tejidos llamados amigurumis, ya que los mismos son cada vez más populares y demandados por quienes quieren aportar un toque original a sus espacios.

 

Historia de los amigurumis

Para todos aquellos que han quedado enamorados de los amigurumis, les contaremos un poco de su historia:

Origen de los amigurumis

Los amigurumis pueden ser definidos como un tipo de peluche o muñeco tejido, elaborado comúnmente a través de la técnica de ganchillo o crochet. Y su origen es de Japón, aunque no existen datos formales acerca de la fecha exacta de creación.

En sus inicios los amigurumis representaban a animales comunes, entre ellos los perros, gatos, osos y conejos. Sin embargo, con el pasar del tiempo fueron creándolos en base a cualquier objeto o cosa, por ejemplo, plantas, bisutería, accesorios, comida, personajes, etcétera.

Creencias y usos

Los amigurumis forman parte de una cultura denominada Kawaii, en la cual representan un tipo de pasatiempo sano. Y los definen como algo extremadamente adorable o tierno.

Materiales empleados frecuentemente

Por lo general, para tejer amigurumis se requiere de hilo (compuesto de algodón o lana). Y la elección dependerá de la textura que se quiera conseguir, así como del grosor del objeto y la composición en general.

Para el relleno se emplea fibra siliconada (conocida como espuma), así como algodón, plumas sintéticas e incluso retazos de tela, estambres, garbanzos, arroz, arena, etcétera. Y aquí hay que tener en consideración que el uso de dichos materiales definirá la maleabilidad, peso y rigidez del amigurumi.

Asimismo se necesitará de hilos de distintos colores y algunos otros accesorios decorativos, tales como los ojos de plástico, nariz de plástico, botones, entre otros tantos.

Y no se pueden dejar de lado las agujas o ganchillos, ya que es a través de estas como se hace posible el tejido respectivo. Es importante señalar que el número o tamaño de estos instrumentos de costura irá en dependencia del estilo de tejido que se quiere obtener.

Técnicas de tejido

Para tejer un amigurumi, por lo general, se emplea la técnica de ganchillo en espiral o crochet. Pero estos también se hacen con agujas o palillos, y en breve te explicaremos un poco sobre las técnicas principales:

  • Crochet: también es conocida como ganchillo y se trata de una técnica en donde se pasa un anillo de hilo justo por encima de otro anillo de hilo, lo que conlleva a ir creando un tejido de malla. Para ello se usa una aguja corta que tiene forma de gancho y que puede estar incrustada o no en un mango.
  • Dos agujas: mientras tanto con la técnica de dos agujas o palillos, se deben ir moviendo de manera táctica cada uno de estos objetos (a través de puntos derechos o de redes). La idea es ir enredando el hilo entre el dedo pulgar y el índice y darle vida al tejido desde adelante hacia atrás.

 

Razones para usar amigurumis

¿Quieres saber por qué es genial usar amigurumis?, pues aquí te daremos unas cuantas razones:

  • Te saldrán súper económicos, ya que los materiales son de bajo costo.
  • Son bastante duraderos y fáciles de mantener.
  • No hay límites, es posible hacer cualquier objeto, personaje o cosas que tengas en mente.
  • Los puedes obsequiar o incluso vender.

 

¿Cómo hacer los amigurumis?

Todo dependerá de lo que quieras hacer, pues los amigurumis se pueden obtener desde un personaje, un elemento, un objeto, un alimento, un utensilio o desde cualquiera otra cosa que llegues a imaginar.

Sin embargo, en líneas generales tienes que seguir un patrón específico para lograr duplicar el modelo de tu preferencia. Y justo ahora te daremos algunos consejos básicos:

  1. Ingresa a nuestra página web y elige el patrón de amigurumi que más te guste.
  2. Dirígete hacia un lugar que sea tranquilo y tenga una buena iluminación para que comiences a tejer; no sin antes colocar todos los materiales en una mesa auxiliar cercana a ti.
  3. Presta mucha atención en cada paso del tejido, para que todo te quede perfecto.